Aquellos tiempos..
Lla el dia de dar grasias a pasado...Arboles de navidad estan brotando por todos lados, dicie,bre esta lla cequitas y la navidad mas al ratito...Los tiempos aquellos de empesar a sacar el permiso del carro para estar listos y correr a Calvillo a pasar navidad...La emoción del viaje la insertidumbre de topar con la pasada a México, la llegada al pueblo y el encuentro familiar, casi todo el tiempo en la cosina, mi ama y apa por ahi en la plaza..Muy lejos se ha quedado eso..El olor de la cuajada secandose, el niztamal lla casi cosido, el fobón aun con lumbre, la oya del jocoque al ladito lla casi cuajado...Un taco con una tortilla rebolcada en la brasas y la cuajada tiernita, que mas se puede pedir al desembarcar despues de 35 horas en el camino..La adrenelina puchava a serguir jalando asta llegar y saludar a todos. Con los ojos vidriosos, de la desvelado y el vacito de viejito se relajava el cuerpo como para no seguir parado.. Lla cuando el arguende se aplacava un poco de un sarpazo quedava uno tendido en cualquier lugar, como si me dieran un mazaso en la nuca desaparesia del mundo de los despiertos, el viej0 ese canijo con su bote de arena me la abentava en los ojos y lloriqueando perdia el sentido....Lla soñando o en realidad empesava a oir voces conosidas y las campanas tocando, me llevava rato en acumular tanta información en el coco cansado....El zensontle asia sus gorgoeos, un gallo desvelado cacaraqueva en el corral y el olor a casa materna impegnava las narises, como vajando de una nuve que te tiro ahi levantas la caveza, te das cuenta que se torcio durante la siesta, con dolor y todo te levantas y descubres un mundo nuevo que es viejo...Hay guayavas desia mi ama, " comete una"
o, mira el queso esta bien bueno lo trajieron el otro dia pruevalo, los frijoles son del medio dia todavia estan calientitos..No havia rato para pensar de todos los manjares que comer...Un poco de aqui una mordida de guayava aca, un taco de chile del molcajete, come , come, era lo que se oia siempre..Lla despeus de tres dias el cerebro alcanza asimilar lo de antes y lo presente, llego a ser hijo y luego adulto, el balance de que hare...Lla se que no puedo comer tanto y luego el estomago lla no aguanta los tacos de chile o los chicharrones de amedio dia, pero la voz de mi madre conforta y ase que a sabiendas el toco me lo como y no uno sinomuchos, me empiesa el retorsijón y me digo ahh!! estoy en casa.....Lla ahora aunque es el mismo lugar esa chispa de regresar no es tan brillosa, el pelo lla casi ni se ve la llanta alrededor de la cintura ha suvido de numero, los dientos lla corcomidos y los ojos piticiegos todo ase que solo en recuerdo valla quedando, lentamente el olor de la casa los ruidos del trajineo se ollen mas lejos , donde quedo toda esa vida???? LLa lo dijo un Nájera
MIS ENLUTADAS
Descienden taciturnas las tristezasal fondo de mi alma,y entumecidas, haraposas, brujas, con uñas negras mi vida escarban.
De sangre es el color de sus pupilas,de nieve son sus lágrimas,hondo pavor infunden... Yo las amo por ser las solas que me acompañan.
Aguárdolas ansioso, si el trabajode ellas me separa,y búscolas en medio del bullicio, y son constantes, y nunca tardan.
En las fiestas, a ratos se me pierdeno se ponen la máscara,pero luego las hallo, y así dicen: -¡Ven con nosotras! vamos a casa.
Suelen dejarme cuando sonriendomis pobres esperanzascomo enfermitas, ya convalecientes, salen alegres a la ventana.
Corridas huyen, pero vuelven luegoy por la puerta falsaentran trayendo como nuevo huésped alguna triste, lívida hermana.
Ábrese a recibirlas la infinitatiniebla de mi alma,y van prendiendo en ella mis recuerdos cual tristes cirios de cera pálida.
Entre esas luces, rígido, tendido,mi espíritu descansa;y las tristezas, revolando en torno, lentas salmodias rezan y cantan.
Escudriñan del húmedo aposentorincones y covachas, el escondrijo do guardé cuidado todas mis culpas, todas mis faltas.
Y hurgando mudas, como hambrientas lobas,las encuentran, las sacan,y volviendo a mi lecho mortuorio me las enseñan y dicen: habla.
En lo profundo de mi ser bucean,pescadoras de lágrimas, y vuelven mudas con las negras conchas en donde brillan gotas heladas.
A veces me revuelvo contra ellasy las muerdo con rabia,como la niña desvalida y mártir muerde a la arpía que la maltrata.
Pero enseguida, viéndose impotente,mi cólera se aplaca.¿Qué culpa tienen, pobres hijas mías, si yo las hice con sangre y alma?
Venid, tristezas de pupila turbia, venid, mis enlutadas,las que viajáis por la infinita sombra, donde está todo lo que se ama.
Vosotras no engañáis: venid, tristezas,oh mis criaturas blancas,abandonadas por la madre impía, tan embustera por la esperanza!
Venid y habladme de las cosas idasde las tumbas que callan,de muertos buenos y de ingratos vivos... Voy con vosotras, vamos a casa.